martes, 18 de septiembre de 2012

Luces, cámara, acción.


Me encantaría poder tener el control de todo. No se si por perfeccionista o por que, pero me encantaría. Un control remoto que tenga stop, play, rebobinar , adelantar. Uno que programe mi cabeza como yo quiera, que la limpie, que la ordene, que la libere.. Pero no se puede. Hay cosas que “no se pueden”. Mejor dicho, si se pueden, en la medida que te resignes a aceptar las consecuencias. No puedo construir mi control remoto para pausar, ni adelantar, ni rebobinar.. Pero el “play” lo puedo usar. El play es el presente. El play es el que te obliga a avanzar. Significa que estas en actividad, significa que tu película está transcurriendo pero que no vas a tener otra opción mas que protagonizarla. Y esa, puedo asegurar que es la mejor opción. En tu película hay villanos, hay aliados, hay gente que pasa sin pena ni gloria, y estás vos, que no solo sos el principal sino tambien tu propio director… vos decidís quién es quién, como va a proceder, como va a influír sobre y si algo no te gusta, SOLO VOS podes decidir cambiarlo… solo vos, y solo si decidís aceptar lo que se viene… obviamente, no hubiera sido lo mismo si caperucita hubiese ignorado al lobo, o si Blancanieves no hubiese mordido la manzana. Bueno, en la vida es igual: Nadie puede decidir por vos, pero tenes que estar dispuesto a pisar fuerte y aceptar lo que viene; el resto toma protagonismo después, pero nunca más protagonismo que vos.
Entonces si mi vida es mi película y yo tengo el control… ¿qué es lo que tanto me asusta? No lo se. Quizás sea que el resto no entiende la vida como yo, como una película con introduccìón nudo y desenlace, y prefiere simplemente evitar la ultima parte, hacer como si sus conflictos no existiesen, taparlos, ocultarlos, olvidarlos,  no solucionarlos y sacarle la mejor parte a la historia, la parte en que la incertidumbre se convierte en certeza… Y esa es una manera de poner una aparente pausa; si, aparente, porque aunque creamos que estamos en pausa, sabemos que la vida se diferencia de una película en que la primera es edición limitadísima: solo podemos verla una vez.
Entonces, yo no quiero usar la pausa aparente, quiero poner play, quiero ver mi película de un tirón, y lo voy a hacer, cueste los intentos que cueste, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese.

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